Belíssimo texto no idioma de Castilla de Andrés Burgo neste sábado no melhor jornal da Argentina, o Página 12, que oestadoacre.com transcreve.
Un país canoniza al máximo goleador de la selección después de su heroica noche en Quito pero, en la lógica delirante de miles o de millones de argentinos, su cabeza hubiera quedado debajo de la guillotina si el equipo de Sampaoli no se hubiese clasificado al Mundial de Rusia. Ucronía de un crack acabado, humillado, después de una eliminación histórica. O las sandeces que evitamos leer o escuchar gracias a los tres goles del crack.
Por Andrés Burgo
Pero si Messi mira para abajo en el himno. ¿No lo viste antes del partido con Ecuador? Era una estatua el pingüino ése. Así, todo paralizado, duro, asustado hasta las patas. Nunca cantó el himno pero antes por lo menos te levantaba la cabeza. Ahora ni eso. El pecho frío ya estaba entregado antes de jugar. Igual nada que sorprenda mucho, ¿no? En las jodidas nunca aparece, capítulo mil. Lo de Quito fue más de lo mismo. Se les entregó mansito a los ecuatorianos como antes a los peruanos y a los venezolanos y a los uruguayos y a todos. No hizo nada en las Eliminatorias. No se rebela y nunca se va a rebelar. Punto. O decime, ¿cuántas veces te salvó en las difíciles? Ni una vez te salvó. Ni una vez estuvo a la altura de las circunstancias.
Uno esperaba otra cosa porque veías que en el Barcelona se eludía a medio mundo y querías que hiciera lo mismo en la selección, pero ya está, no va a pasar. Ser líder es otra cosa, es tener la cabeza arriba, contagiar confianza, despabilar a los compañeros, pegarles un grito, aplaudirles en la cara, retarlos si hace falta ¡Vamos carajo que se puede! ¡Vamos que somos Argentina! Así hay que gritar. Inflá el pecho, hermano, o tenés un trauma. Pero bueno, sabemos que la personalidad no se compra. O nacés con carisma o no, y Messi nunca tuvo personalidad ni carisma. Hasta Fazio, que no le conozco la cara, debe tener más carácter. Mil veces más carácter debe tener.
Yo, si era Salvio y lo veía a Messi al lado mío, ahí, encorvado en el himno antes del partido más importante de tu vida, me borraba, me hundía. Me deprimía. Acordate de Maradona, que en el himno los puteaba a todos, hasta a un muerto contagiaba. Y este pibito es otra cosa, seguro que terminó el partido, entró al vestuario y se puso a ver el telefonito. A boludear en Instagram. A pensar en el próximo tatuaje.
Y sus compañeros también, fija. Les da lo mismo perder. Son millonarios, ya están recontra hechos, vienen de compromiso porque hay que venir y les ponen un avión privado. Ni siquiera saludan a la gente. Viven en una cápsula. Y encima quieren que les agradezcamos. Si no quieren venir, que no vengan más, que jueguen los de acá que serán igual de burros, pero por lo menos te comen el hígado. Hasta un barrendero va a poner más huevos. Y lo que me da más bronca es que este fin de semana la van a romper en sus equipos. Uh, que fenómenos, van a decir. Tres goles de Messi al Getafe, dos de Di María al Guingamp y cuatro de Icardi al Benevento.
Pero no es lo que odie, eh. Solo que me da rabia. Hasta ahora más o menos la maquillaba, dos golcitos a Bolivia todos los años y uno a Brasil en un amistoso cada cuatro años y listo, seguía la mentira. Porque Messi en la selección no existió nunca, no jodamos. Siempre fue una mentira. Pero esto de no haber clasificado al Mundial superó todo. Indefendible. Vergonzoso. Y el responsable es Messi, no jodamos. ¿A quién le vas a echar la culpa? ¿A Benedetto? ¿A Marcos Acuña? ¿Al Laucha Acosta? No me vengas con eso de que tiene que jugar solo con 10 tipos más alrededor suyo. Solito no le alcanzó nunca.
Los que le justifican que se borra siempre se quejan que no tiene socios, pero le pusieron a un montón y a todos se los terminó comiendo: Pastore, Dybala, Lamela, Di María, Gago, Banega. Tenía razón Caruso Lombardi cuando decía que Messi tenía que ser suplente. Que entre en el segundo tiempo y listo. Si juega un partido bien y cuatro mal.
Y decime qué goles importantes tiene Messi en la selección. En amistosos no, eh. Y tampoco en el Barcelona. En la selección, goles importantes de Messi…. ¡No hay! En el Mundial fueron todos de relleno. De primera ronda. A Serbia en el 2006 y a Bosnia, Irán y Nigeria en el 2014. Listo. Después, nada. Ni uno. ¿En octavos de final para adelante? Cero. Y los de la primera ronda son como hacérselos al Eibar, si en España no te marcan. Que venga a la cancha de Chacarita y no toca la pelota. Miralo en las Eliminatorias y en la Copa América, lo anticipan siempre. Ya no genera respeto en los rivales americanos, de a poco le fueron perdiendo ese miedo. Decí que en el Mundial de Brasil lo salvó Mascherano. ¿O no te acordás de la charla de Sabella en el entretiempo del suplementario contra Alemania? Todos en ronda, Mascherano hablando y el traumadito éste afuera de la ronda escupiendo como en otro planeta. Siempre fue un tipo raro. No me olvido del Mundial 2006: mientras sus compañeros erraban los penales contra Alemania, él estaba con auriculares al cuello en el banco de suplentes.
No lo siente, ése es el tema. No tiene la pasión que debe tener un capitán de la selección. No sé, que grite, que se cague a trompadas. Pero no, es mudo. Qué le pasa en la cabeza no lo sé. Pone una pelota cada tanto pero no es conductor, no es líder, juega caminando, se aísla, se va de los partidos, se desconecta, camina la cancha, se apaga, parece un oso hibernando. Y encima es una máquina de perder finales. Eso es imperdonable. Tres perdió. Ponele una, ponele dos… No, fueron tres. Y en las tres esperabas que hiciera algo, y nada. Corré, hacé algo, equivócate, mandate una cagada, pero pedí la pelota. Era la final del mundo. ¿Te acordás del tiro libre en el último minuto contra Alemania? A las nubes fue, cualquier cosa. Y algo parecido el otro día contra Perú, en la Bombonera, una masita que pegó en la barrera, y Paolo Guerrero casi la clavó en un ángulo a la jugada siguiente. Y mejor ni hablar de las finales de la Copa América contra Chile. Ni las jugó. Ni bien ni mal. Nada. Se entregó. Era un fantasma. Si sentís la presión en el momento en que tenés que marcar la diferencia, entonces no sos el mejor.
No se la banca, le pesa, ésa es la verdad. Decime cuántas veces te conmovió Messi. Acordate de alguna. Y no, no hay. Una arenga, un video, algo, pero no, no hay nada: siempre hablaba Mascherano, siempre le faltó un golpe de horno. Y al final Cristiano Ronaldo lo pasó por encima con Portugal. ¡Con Portugal! Campeón de la Eurocopa y clasificado al Mundial. Ya está, este muerto de Messi no lo levanta más. Y si se quiere ir de la selección, que se vaya. Quién le va a decir que no. No da para más, acá va a ser siempre el eterno perdedor. Que se quede en Barcelona.
Decime cómo hace para ponerse otra vez la camiseta de la selección. En la historia va a quedar que Maradona te jugaba con el tobillo hecho mierda y éste vomitaba en la final del Mundial. ¿Te lo imaginás al mamerto éste entrenándose en Tilcara, como los del 86? Ja, me muero.
Porque encima es ingobernable adentro del plantel. En la cancha los defensores rivales se lo comen en un pancho, pero dentro de la concentración es ingobernable. La última es que decidió que Dybala no volviera a jugar ni un minuto después de lo que dijo, eso que era difícil jugar con él. Lo sacó él, como siempre, si toda la vida puso a sus amigos. Es un club de amigos la selección. Se la quedaron ellos. ¿O quién te pensás que a sacó a Tevez del Mundial? Pone cara de nada pero decide todo. ¿Y a los técnicos quién te pensás que los puso? Llevó y sacó a Martino cuando se le cantó y ahora eligió a Sampaoli. ¿No escuchaste que baja de dormir la siesta y, si él no saluda, nadie se le anima a decirle buenas tardes? Le tienen miedo hasta sus compañeros. Lo tenés que mimar como si fuera un nene y ya es un grandulón de 30 años. El señor quería tener a los hinchas más cerca y la selección se tuvo que mudar a la Bombonera. Y como ni siquiera eso alcanzó, la AFA tuvo que llevar un brujo a Ecuador. Ahora que se joda con todos los memes que salieron después de la eliminación. Y los whatsapp que se hicieron virales tienen razón. Y las cosas que le dijeron en tele. Por suerte hay periodistas que dicen la verdad, que a Messi le quedó grande la selección, que ya está, que ya cumplió un ciclo. Hasta Moria Casán lo criticó, y estuvo bien.
Ah. ¿Al final Argentina ganó con tres goles de Messi y se clasificó al Mundial? Seguro que el partido estuvo comprado, que les pusieron toda la guita a los ecuatorianos. Si además ya estaban eliminados. Y que gane un Mundial si quiere dejar de ser una mentira.